No parece muy díficil. Se trata de pescar con una lanza. Tan solo hay dos trucos. El primero, contar con la refracción del agua. El pez no está exactamente donde lo vemos, sino un poco más atrás. El segundo, que nuestra lanza, acabe en un tridente. Es lógico, las posibilidades de cenar pescado fresco se multiplican por tres. Y la recompensa, obviamente no es sólo la cena, sino como quedas con amigos o familia ante tu captura. Suerte.
jajajajajajajaja no se si este post es una tira comica o un micro ensallo sobre ironia, que alguien me lo explique
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