Mi experiencia es breve. Llevo menos trasteándolo que el tiempo que ha tardado en trasladar los 834.000 archivos de mi viejo MacBook, pero confieso que arrancar un Apple es una de las sensaciones más excitantes de un adicto a los fetiches.
Esquire y Steve Jobs viven una historia de amor y odio. Todavía muchos lectores preguntan por la portada que le dedicamos al CEO de Apple.. Esa es otra historia. Steve, ponte bueno...
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