martes, marzo 8

El proyecto servilleta de Esquire

El proyecto servilleta de Esquire celebra ya tres ediciones. Ahí va la mía y también mis conclusiones sobre el mundo de la celulosa recogidas en mi carta de la revista este mes.
"Cuando yo era pequeño, mi abuela me planchaba el pañuelo y lo doblaba con cuidado en mi bolsillo para accidentales sangrados nasales en el patio del cole, estornudos aparatosos o reventones de boli Bic. Mi abuela hace tiempo que se fue y con ella el pañuelo de tela (mojado de lágrimas), que ha huido del bolsillo del pantalón al de la americana. Los de celulosa, como las servilletas Esquire, sirven ahora para todo tipo de inclemencias (más allá de las higiénicas), cultivar la caridad en los semáforos e incluso para afilar el ingenio (pág. 190). Atrás quedó el momento en el que ofrecías el pañuelo (de tela) a la chica que te gustaba para que secase sus lágrimas"

1 comentario:

  1. Muchísimo más elegante ofrecerle a la dama en cuestión el clásico pañuelo de tela que un kleenex... a dónde vamos a llegar! :)
    Un saludo,

    ERTL and COHN

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