Jorge Martínez y Luis García Berlanga

Cuando uno trabaja en un medio de comunicación no busca otra cosa, y perdón por la obviedad, que comunicarse. Que hacer ruido, que dar que hablar, que se le escuche. En ocasiones se alinean los astros y la chispa del talento enciende la cerilla. El fenómeno acaba de producirse con la desgraciada muerte de un hombre Esquire, Luis García Berlanga, y la brillante campaña de Médicos Sin Fronteras "Pastillas para el dolor ajeno".
La primera vez que escuché la idea, de labios de mi amigo, lector y compadre de terruño murciano Jorge Martínez (Germinal Comunicación), me pareció estupenda y también ambiciosa. El cliente, por decirlo de alguna manera, era fetén; la idea brillante y los protagonistas...pues... unos mejores que otros, como siempre. Pero llegó Berlanga, prestó su rostro, con la muerte ya en sus surcos, y tuvo la gentileza de despedirse del planeta y sus súbditos apenas unas horas después. Jorge, enhorabuena por la idea, por los arrestos para llevarla a cabo. Seguro que a Berlanga le ha parecido, como a mí, un broche estupendo para su filmografía.