lunes, septiembre 6

En la goyesca de Ronda

Tarde de ronda en Ronda. Goyesca calurosa y muchas sensaciones en un pueblo en fiestas. En la crónica taurina, Enrique Ponce celebró sus 2.000 corridas y sacó del toro lo que el animal no daba, Francisco Rivera ejerció de empresario y anfitrión. Y el francés Sebastian Castella, que al día siguiente cruzaba la península para torear en Bayona, se juega literalmente la vida colocándose en el sitio en el que sólo Tomás y él saben hacerlo. La plaza impresiona, dicen que fue el lugar en el que se inventó el toreo a pie. Antonio Ordóñez está enterrado allí. La plaza, de piedra, cumple hoy su 225 aniversario, la goyesca, 54 años. El arenero, invitado personalmente por Rivera, fue Sánchez Drago que al día siguiente, en el diario El Mundo, escribió para ofrecerse de arenero para los próximos cien años y harenero (con h) para dar gusto a las mujeres que se acercaban a saludarle y besarle.
Al día siguiente el diario Sur le da la portada. El Mundo una doble destacando la vida social. El País le atizaba un buen guantazo a toros y a toreros. Pero ninguno habla de la fiesta privada que Fran Rivera organiza cada año en el Casino de Ronda para un centenar de invitados: José María García (hace muy poco entrevistado por Esquire), Patricia Rato, Paloma Segrelles y su marido Emilio Álvarez -uno de los herederos del imperio Eulen y de Vega Sicilia- Carlos Herrera y su mujer, los Goyanes, Mikel Urmeneta y sus secuaces... hasta el celebérrimo Pai. Sólo faltó Cayetano, que el próximo 7 de octubre presentará en sociedad su colaboración con Loewe. Rivera, lector de Esquire, cortó dos orejas en su plaza, y mucho más como anfitrión.

1 comentario:

  1. Ronda es mágica. Antigua, moderna, ciudad torera y de toreros. Capaz de enamorar a Borges o a James Joyce: “Ronda, con las viejas ventanas de las posadas los ojos que espían ocultos detrás de las celosías para que su amante bese los barrotes de hierro y las tabernas de puertas”.

    Ronda es de los rondeños -porque es suya- pero también de todo aquel que entiende sus piedras.
    Ronda es única.

    ResponderEliminar