sábado, enero 23

Cosas que (me) ayudan a vivir





















Tres años ya publicando consejos. ¿Quién dijo que a los hombres no nos gusta preguntar cuando nos perdemos (en la vida)? La primera portada de nuestro especial Lo que sé de la vida la ocupó De Niro; la segunda, el filósofo amarillo Homer Simpson; y ahora, por primera vez (pero no la última), un objeto: las gafas de Elvis (feliz no cumpleaños, Aaron).


Ahí van mis pistas para este año. Esas pequeñas cosas a las que cantaba Joan Manuel que, para mí, están repletas de antioxidantes: los ojos de Adriana Lima, el color Safari de la pequeña Leica Digilux, los calcetines de colores, el tono turquesa elegido por Pantone como color del 2010, las recomendaciones para perderse del Robb Report, la nieve en polvo, mis auriculares inalámbricos AKG K 930, las chicas de la redacción de Harper’s Bazaar, la barba de Sébastien Chabal, los post diarios del esquire.es, hacer carreras (falsas) con mi Triumph con las chicas que surcan Madrid en bicicleta, las ostras del Mercado de San Miguel (¡gracias Gomaespuma!), el nuevo reloj teléfono de LG, recibir mails de lectores de México, Argentina y Chile, contestarlos, las coñas de Jacinto Antón en su último libro, pillar la salida de emergencia en easyJet, el sonido del Vocoder, el vino Clío de Jumilla (la última razón para visitar Cartagena), comprobar que realmente queda hielo en el congelador, el conmutador para aviones del iPhone, el solo de gaita de Bon Scott en It’s a long way to the top, un guiso de cuchara, una reserva en Arzak, mis zapatos de Gucci, un par de horas en el sofá con Benny Hill, el esperado nuevo lanzamiento del tablet de Apple (mitad iPhone, mitad MacBook), nuestras oficinas en la calle Almirante, caos, trasiego y hogar. Elvis en Don’t be cruel. Y las letras Dymo. El Dymo de nuestra portada.

4 comentarios:

  1. se os van las chicas a harper? una redacción sin mujeres no es nada!

    ResponderEliminar
  2. Buen hallazgo el relieve de las letras.

    ResponderEliminar
  3. Lo tuyo si que es vida... Esa calidad de vida y su satisfacción es lo más parecido a la felicidad terrenal. Lástima que uno no pueda quedarse ahí para siempre, que llegue la alopecia, los problemas de estómago,... el tiempo no perdona ni a las pequeñas cosas.

    ResponderEliminar