Berlín con gafas de sol

Vuelvo a Berlín, casi 20 años después de “mi primera vez”. Al pasear por la Puerta de Brandemburgo una catarata de sensaciones estalla en el hipotálamo. Vine a cubrir el concierto que Roger Watson organizó el 21 de julio de 1990. Aún recuerdo el aliento de las 250.000 personas que tras mi cabeza gritaban al ver caer los ladrillos de cartón piedra de Pink Floyd. 52 países retransmitieron el concierto con Van Morrison, Scorpions, The Band, Paul Carrack, Ute Lemper, Marianne Faithfull, Sinead O´Connor, Cindy Lauper, Thomas Dolby o Bryan Adams en el cartel…. Y yo lo conté para El Sol, un periódico que duró en el quiosco 18 meses. El merchandising de la antigua RDA era más potente que el del concierto.

Ahora he vuelto, apenas 24 horas, de la mano de Ray Ban. Nos presentan sus investigaciones con la fibra de carbono y avanzan que aplicarán unas aleaciones tan ligeras a los deliciosos e icónicos clásicos de la marca. ¿Llegarán los nuevos materiales a las Wayfarer? Todo pinta que si.

Hace sol en Berlin. Alojado en el Hotel de Roma, el clásico hospeaje del este al que se hace referencia en Cabaret. Ray Ban ha elegido Berlín porque ahora mismo es la ciudad más moderna de Europa. Nadie lo duda. Ni siquiera Depeche Mode, a los que me encuentro en el ascensor. El concierto fue anoche, pero los paparazzi aún siguen en la puerta.